Una mujer (Mia May) coge un tren para huir de su amante, que es también el padre de su hija, pero éste le ha enviado un telegrama en el que le asegura que nunca se librará de él. Comienza así una persecución que la lleva hasta las montañas. Allí conoce a un monje que le prestará todo el apoyo que necesita. Se trata de un drama sobre el arrepentimiento, el sentimiento de culpa y la posibilidad de alcanzar la redención por medio del sacrificio.