Ya no soy virgen, ¡olé!, ya no soy virgen
En casa del tío Tom se reúne un grupo de muchachos para celebrar el cumpleaños del anciano, costumbre adquirida desde que estos chicos eran niños. El viejo, que durante años ha relatado a sus amigos historias de hadas y dragones, decide, al verlos tan crecidos ya, contarles otro tipo de historias, de las cuales ellos mismos podrian ser los protagonistas, comenzando por el relato de "la princesita que no queria ser virgen", un bello y amenisimo relato de las aventuras de una jovencita que quiere perder su virginidad, lo cual orgiina una serie de situaciones eróticas y divertidas que desembocan en un inesperado y delicioso final.