Michael Nash, un granuja norteamericano de paso por Hungría, convence a Zara, una pitonisa de feria, y a sus compinches para que le acompañen a los Estados Unidos con el fin de robarle su fortuna a una heredera. Su técnica: una sesión de espiritismo amañada en la que el difunto padre de la chica "le da instrucciones" para que se deshaga de sus acciones y joyas.