En el siglo I d. C., Carthago Nova es una esplendorosa urbe del Imperio romano. La próspera familia Albino se ve en la obligación de entrar en competencia con el poderoso Lucio Andro para lograr la concesión de unas obras, en un conflicto que perdurará durante varios años y que se agravará con el declive económico de la ciudad y con el resurgir popular de los juegos gladiatorios.