Samantha es una actriz madura venida a menos que se gana la vida ejerciendo de vidente en una feria ambulante. A pesar de todo Samantha es escéptica acerca de la existencia de fenómenos paranormales. No cree en fantasmas. Pero una noche en la que se queda sola en casa, acabará aprendiendo la lección: a las fuerzas oscuras no les importa en absoluto si ella cree o no.