Llegará el día de los limones negros
Ruggero, quien se encuentra en prisión por su relación con la mafia, se salva por los pelos de un atentado contra su vida justo cuando va a terminar su pena. Su compañero Pasquale no corre la misma suerte, muriendo asesinado. Una vez en la calle, Ruggero se encuentra que la empresa de transporte que posee está prácticamente arruinada, su contable, movido por los hilos de un mafioso, ha contribuido a ello. Lo Pestri, importante empresario y hombre de sociedad, fachada tras la que se oculta un miembro del hampa, le presta ayuda, aunque los problemas continuarán. Las cosas se terminan por torcer cuando Ruggero se entera que su mujer, fallecida durante su estancia en la cárcel, murió asesinada.