El ayatero Nicolás, es decir un vendedor de objetos usados en Tepito, convive con tres esposas La jarocha, Pili y Beti, en una sola casa y aun se da tiempo para buscar una cuarta entre las proveedoras de su mercancía. Llegan de visita los padres de La jarocha y las demás se tiene que hacer pasar por hermanas del ayatero pero en la noche todas quieren dormir con él. Los suegros descubren las mañas de su yerno y se llevan a su hija. El ayatero extraña a La jarocha, se vuelve impotente y por ello las otras esposas lo abandonan. Entonces vuelve La jarocha y declara que todo fue una trampa para quedarse ella con su hombre.