En una habitación cerrada, tres hombres juegan al póker. Son policías, y acaban de contratar a un asesino a sueldo para que mate a unos criminales con los que la justicia no consigue acabar. Medio alemán y medio norteamericano, veterano de la guerra del Vietnam, Ricky es un granuja que se refugió en Estados Unidos huyendo de la justicia alemana. Realiza fríamente los encargos de asesinato antes de encontrarse con Franz Walsh, amigo de la infancia con el que evoca los recuerdos de juegos del pasado.