George (David Morse), trabaja como conserje de limpieza en un bar de un pueblo pequeño. Si bien nadie está seguro de si George es retrasado, no parece vivir en el mismo mundo que el resto de ellos, y si no es inteligente, él es, por desgracia crédulo y confiado y no tiene la capacidad de esquivar las emociones de la gente en la conversación. George siempre ha pensado en su cumpleaños como su día de buena suerte, así que un año decide para festejalo hacer un viaje a Reno, y por una corazonada gana mucho dinero y llega a casa con lo suficiente para comprar su propia casa y comenzar su propio negocio de limpieza. George descubre que está solo en su nuevo hogar, y le pide a Angela (Nina Siemaszko), una joven que trabaja en una tienda, que viva con él. Angela no se preocupa por su trabajo y está desesperada por alejarse de su madre arpía, por lo que está de acuerdo, aunque la vida con George resulta ser tan divertida como inquietante.