Gente decente
El erotismo como vhículo revelador de nuestra sorprendente psicología
Luis y Laura habitan un pequeño departamento. Se aman intensamente pero se sienten cercados en ese lugar tan reducido en que viven. Un día mientras Laura observa una vidriera, él siente que la redescubre. Ubicado a suficiente distancia la ve sumamente atractiva. A partir de ese día le pide que camine, se mueva y se vista de otra manera. Repentinamente alguien (Héctor Bidonde) les descubre el juego. Próximo a ellos percibe la propuesta y el logro de Luis y Laura. Es de la misma raza y así lo comprenden los tres. De ahora en más comenzarán un extraño y morboso triángulo. Y todo seguirá su curso, para que cada uno en su devenir razonable pueda vivir como “Gente Decente”.