Mientras se encontraba en su clínica, Michaela recibe la visita de un misterioso hombre que le dispara a quemarropa, debido a que el hombre enloqueció debido a que su esposa murió mientras era operada por un doctor y lo mató, junto con otros tres médicos. Michaela se recupera, pero enfrenta un trastorno de estrés post traumático, con lo cual tiene pesadillas reviviendo el trauma e incluso desarrolla miedo a salir de su casa y volver a su trabajo, lo cual ella niega constantemente.