El plan definitivo de Utsuro se revela: desencadenar una guerra universal que acabará por destruir la Tierra, permitiéndole morir finalmente pero llevándose el universo con él. Gintoki y los demás deberán formar un equipo con viejos aliados y antiguos enemigos para derrotar no sólo a él, sino también a las víctimas de los planes del inmortal, un ejército de Amanto vengativo que ya no atiende a razones.