Annie está triste por no tener papa ni mama, entonces Candy tiene un plan para que se le quite la pena. La despierta temprano en la mañana y salen de paseo. Se deslizan por los montes, toman vino, corren y rien juntas, pero casi se caen rio abajo por querer cruzarlo. Una familia muy rica las salva, les da ropa nueva y las invita a comerse una barbacoa. Annie quiere pedirle a esa familia que las adopte pero Candy quiere quedarse para siempre en el Hogar de Pony y se escapa. Finalmente Annie vuelve al Hogar también.